Aunque solemos imaginarlos como criaturas solitarias y sigilosas, los pulpos están demostrando tener un carácter mucho más temperamental de lo que pensábamos. Un estudio llevado a cabo en las costas del sur de Australia ha revelado un comportamiento tan curioso como sorprendente: los pulpos se lanzan objetos entre ellos, como si se tratara de una auténtica batalla submarina.
El hallazgo fue documentado por investigadores que estudiaban a ejemplares de Octopus tetricus, una especie común en la región. Lo que parecía al principio un simple juego se convirtió en una escena de “agresión controlada”, en la que los pulpos recogían conchas, algas o incluso restos del fondo marino y los disparaban con fuerza hacia otros individuos usando su sifón, una especie de tubo muscular que les permite expulsar chorros de agua… o proyectiles.
En algunos casos, las víctimas trataban de esquivar el ataque o simplemente se marchaban, lo que hace pensar que no se trata de un comportamiento casual. Según los científicos, este tipo de interacciones podrían estar relacionadas con disputas por territorio, competencia por comida o incluso intentos de cortejo algo más violentos de lo habitual.
Lo más curioso es que los pulpos parecen seleccionar cuidadosamente los objetos antes de lanzarlos, lo que sugiere cierto nivel de intención. Algunas hembras incluso llegaron a lanzar proyectiles hacia machos insistentes, lo que ha abierto todo un debate en la comunidad científica sobre el papel social de este comportamiento.
Aunque ya se sabía que los pulpos eran animales inteligentes y con capacidad para resolver problemas, estas “peleas de comida” bajo el agua suman un punto más a su lista de rarezas. Una muestra de que el fondo del mar todavía guarda muchos secretos… y que, a veces, incluso los pulpos pueden tener un mal día.
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